El ayuno, por su amplio campo de acción, es uno de los métodos de tratamiento naturales más efectivos. Con él se consigue normalizar, de una forma totalmente natural, funciones que se han alterado en nuestro organismo. El ayuno también resulta especialmente indicado para quienes están en situaciones de riesgo por causa de una alimentación inadecuada que sobrecarga su metabolismo.

El ayuno consciente abarca un amplio campo de acción debido a que con una única medida, se ejercen múltiples acciones en el organismo como son:

• La desintegración y eliminación de sustancias nocivas y residuales, gracias a los cuidados a que son sometidos los tejidos sanos y funcionalmente activos.
• La descarga y desintoxicación del metabolismo y del tejido conjuntivo, en relación con la disminución de grasa en la sangre, y la normalización de glucosa (azúcar en la sangre)
• Mejora la fluidez de la sangre
• Descarga del tracto gastrointestinal, de las vías biliares y del páncreas.
• Es ideal para quienes padecen trastornos intestinales crónicos y/o estreñimiento crónico.
• Perdida rápida y sin riesgos de peso, en relación con la descarga o aligeramiento del aparato locomotor (articulaciones y columna vertebral) y aumento de la capacidad respiratoria y de la fuerza del corazón.

El ayuno provoca una descarga del metabolismo y un cambio en la capacidad reactiva del sistema neurovegetativo. Así pues el ayuno es sanador o curativo y resulta especialmente apropiado para personas “atacadas por la civilización” que contemplan: exceso de peso, cifras elevadas de grasa en la sangre, ácido úrico alto, glucemia (azúcar en la sangre), presión arterial demasiado alta, estrés…