El contacto con la naturaleza es esencial para una buena salud y un factor influyente en el comportamiento humano. Diversos estudios científicos, señalan que el contacto directo con entornos naturales contribuye a un mayor rendimiento y produce un mejor funcionamiento cognitivo, además de potenciar más la auto-disciplina y el control de los impulsos.
Además hace que la gente sea más saludable, tienda a ser generosa, a confiar en los demás, y a mostrar mayor voluntad en ofrecer su ayuda. En definitiva, proporciona una mayor salud integral.