¡ESTA SEMANA SANTA DATE UN RESPIRO!

UNOS DÍAS PARA DISFRUTAR DE LA NATURALEZA, SOLTAR ESTRES Y CARGAR PILAS

El Parque Nacional Peneda-Gerês es un lugar ideal para dar paseos por el bosque, tumbarse sobre la hierba a ver las copas de los árboles, disfrutar del sonido de los cristalinos ríos de montaña…. Recuerdas lo bien que te sentó tu última escapada al bosque, no es sólo porque desconectaste de la rutina diaria.

Para empezar, la naturaleza no sólo ofrece beneficios cuando estás en ella. Posteriormente, ver las fotos de tu escapada o paisajes naturales permite mejorar el funcionamiento cognitivo. Son ya numerosos los estudios que demuestran la necesidad que tiene el ser humano del contacto con la naturaleza.

El contacto con la naturaleza tiene un efecto terapéutico. Diversos estudios científicos han demostrado que la vida al aire libre y el contacto con la tierra produce una mejora general de la salud de las personas.

Incrementa la concentración y la memoria, reduce del estrés, mejora la calidad del sueño, combate la depresión y la ansiedad, mejora la autoestima y la capacidad cognitiva, mejora la esperanza de vida, y además la exposición al sol ayuda a sintetizar la vitamina D y ésta a fijar el calcio en los huesos.  Es evidente que el contacto con la naturaleza es la mejor vacuna para mantener la buena salud.

EN LA NATURALEZA ADEMAS DE CONECTAR CON LA TIERRA, TAMBIÉN LO HACEMOS CON NOSOTROS MISMOS

Cuando volvemos a la naturaleza, lejos de la vida urbana, podemos sentir de nuevo y somos capaces de identificar claramente nuestra verdadera esencia.

Justo aquí, en la libertad de la naturaleza, podemos experimentar lo que significan realmente la humildad, la aceptación y el respeto. Nos es más fácil encontrar nuestro lugar y disfrutar de la belleza y singularidad de nuestra existencia en un todo más amplio.

Esta necesidad de relación con la naturaleza se hace sentir con más fuerza en el caso de las personas que por su trabajo llevan una vida sedentaria y en lugares cerrados. 

ADEMAS LA AVENTURA DEL RECORRIDO ESTA SERVIDA

El Gerês es un espacio mágico por descubrir para muchas personas, con bosques, cascadas, montañas, lagos y ríos de aguas cristalinas. Tómate unos días para revitalizarte, relajarte y disfrutar de momentos especiales.

El recorrido se desarrolla por senderos no señalizados.  En algunas zonas hay tramos en el que el sendero desaparece y caminaremos guiados por la experiencia y la orientación del guía del grupo. Recorremos lugares que son visitados por pocos.  Lugares que solo son frecuentados por pastores de la zona, montañeros y caminantes con experiencia.

El recorrido no tiene pasos ni tramos de dificultad técnica, aunque alguno de los días la excursión es exigente, de longitud y desniveles a tener en cuenta, sobretodo por las personas no habituadas a este tipo de rutas.

Se caminara casi sin peso con una pequeña mochila para llevar agua y algo que comer; bocadillo, galletas, fruta y frutos secos.

El Parque Nacional Peneda-Gerês esta lleno de bosques de encanto, ríos de aguas cristalinas que han horadado los suelos graníticos, caminos empedrados que asemejan a los caminos incas o romanos, sin necesidad de ir lejos, donde podremos pisar las milenarias piedras que han servido de camino a las gentes que vivían en estas montañas, y si prestamos atención nos contaran la historia de estos lugares, de estas gentes, sus penas y alegrías del lugar. 

¡El Gerês un lugar mágico para darte ese respiro!

El Parque Nacional da Peneda Gerês es uno de los principales atractivos turísticos y naturales de Portugal, se sitúa al norte de Portugal y hace frontera con Galicia, comparte pues muchas costumbres e incluso ciertos giros en el idioma que hace fácil el acercamiento entre las gentes de estos dos lugares.

Han pasado ya más de una treintena de años, desde que las autoridades portuguesas denominaban el conjunto Peneda Gerês parque nacional y conjuntamente con el Parque Natural do Xurês y Baixa Limia constituye la mayor área protegida del oeste de la Península Ibérica. Una acertada medida de protección que conseguía conservar las identidades naturales, paisajísticas y culturales de esta importante extensión de casi 72.000 hectáreas, donde más de cien aldeas de todos los tamaños dan cobijo a 15.000 habitantes.

Al abrigo de este espacio protegido, las costumbres casi se mantienen imperecederas y el tiempo solo está marcado por el cambio de estaciones, las gentes que las habitan lo saben y este es su único reloj, un diapasón natural que ha marcado la trayectoria de todos los pueblos que asediaron y ocuparon la Península; celtas, iberos y romanos, marcaron estas región, especialmente los últimos que en su trazo de conquista construyeron aquí una gran calzada, la “Geira Romana”, que unía Bracara Augusta,- es decir la hoy conocida como Braga- y Asturica Augusta, hoy Astorga. Todavía en Portela D´Home, es visible parte de esta calzada, junto con grupos de miliarios romanos.

A los romanos, sabido es, les tiraban las fuentes termales. Cerca del trecho de calzada restaurado corre el río Caldo, afluente del Limia, y están los baños de Río Caldo, con su balneario privado y su piscina pública de aguas humeantes, donde portugueses y españoles se cuecen y revuelven en hermandad. La existencia de un manadero a 77 grados de temperatura debió de ser un buen reclamo para los viajeros de hace 20 siglos y para los de hoy en día.